Aquí os presento un artículo muy interesante y que llama a la reflexión en cuanto a la utilización del castigo y el premio con los niños.
Un llamamiento al cambio que tenemos que hacer en nuestra forma de educar a los niños mediante otro tipo de recursos que todo ser humano tenemos en nuestras manos: Apoyar en los procesos de su aprendizaje, ser guías y ayudarles a aprender mediante la reflexión y fomentar su autonomía.
Como bien dice el artículo: "Si queremos reducir la dependencia del adulto, demandando instrucciones o buscando la aprobación, fomentemos la autonomía. Si queremos motivar sin alabar en exceso, basta con evitar la indiferencia; y de paso evitaremos muchos comportamientos disruptivos, que no dejan de ser una llamada de atención. Si queremos implicar a cada uno en el progreso de los otros, propongamos objetivos comunes y enseñemos a cooperar para conseguirlos. En cuanto a la recompensa por el trabajo bien hecho, muchas veces consiste en la sensación que acompaña a la acción misma. Más que de premiar los resultados, se trata de apoyar en los procesos."
Por enrique S. L